Luanda - El Banco Mundial (BM) pronostica que la economía angoleña registrará este año el primer crecimiento económico desde 2016, con una expansión del 0,4%, pero advierte que el país aún enfrenta dificultades en la deuda y en la producción de petróleo.
Según la agencia de noticias Lusa, que cita un informe del Banco Mundial (BM), Angola debería crecer un 0,4% en 2021 y un 3,1% en 2022, tras cinco años consecutivos de recesión.
Sin embargo, el país todavía está tratando de ganar fuerza, debido a los altos niveles de deuda y un débil desempeño de la industria petrolera, según la agencia, con base en el informe “El Pulsar de África”, publicado como parte de las Reuniones Anuales del Banco Mundial. y el Fondo Monetario Internacional (FMI), que funcionará hasta finales de esta semana en Washington, Estados Unidos de América.
Agrega que el BM, contrariamente al FMI, que pronostica una recesión del 0,7% para Angola, pronostica que las mayores economías africanas saldrán de la recesión este año, aunque creciendo a diferentes niveles, pero todas con grandes dificultades para apoyar a las empresas y personas para superar la pandemia de Covid-19.
“Debido al limitado espacio presupuestario, los países africanos no pudieron inyectar los niveles necesarios de recursos para lanzar una enérgica respuesta política al Covid-19”, informa Lusa, siempre refiriéndose al informe anual del BM sobre África Subsahariana.
Escribe que el Banco Mundial señala que el apoyo presupuestario fue de 2,8% en promedio, en comparación con el 17% desembolsado por las autoridades financieras en los países avanzados.
También subraya que algunos países, incluido Angola, se vieron obligados a aplicar medidas de austeridad cuando la deuda se volvió insostenible.
El petróleo permitió a Angola participar en operaciones prestamos a gran escala, pero la relación deuda sobre el Producto Interno Bruto aumentó drásticamente a medida que aumentaron los precios del petróleo y la moneda se devaluó, alcanzando un máximo del 134% del PIB el año pasado, se lee en la publicación.
“La deuda sigue siendo una preocupación a mediano plazo, a pesar de la renegociación parcial del servicio de la deuda externa, la Suspensión del Servicio de la Deuda (DSSI), lanzada en Abril de 2020 para ayudar a los países más vulnerables”, concluye el artículo.