El Cairo - A seis días del inicio de la Liga Africana de Baloncesto (BAL), el Pabellón del Palacio de Deportes Hassan Moustafa, en El Cairo, registra poca concurrencia, y todo indica que se debe al período del Ramadán.
La fiesta continental de clubes no ha tenido el brío esperado dada la ausencia de espectadores sobre el escenario de la competición, lo que resta algo de motivación a los deportistas, protagonistas del espectáculo.
Sin el ruido ensordecedor de la afición, las noches en el moderno pabellón con capacidad para 5.200 aficionados, han resultado ser frías, con los deportistas en pista sin sentir ese calor que sale de las gradas, salvo cuando juego el equipo de casa, pero también de forma tímida.
Ramadán es el noveno mes del calendario islámico, en el que la mayoría de los musulmanes practican su ayuno ritual, el cuarto de los cinco pilares del Islam.
En este período, se pide al creyente estar más cerca de los valores sagrados, más asidua lectura del Corán y frecuencia de oración en la mezquita. El creyente debe abstenerse de la interacción social en el período en que sale el sol hasta que se pone durante un mes.
De esta forma, el Campeonato Africano que finaliza el día 19, aún dentro del horario religioso, deberá continuar en los próximos días sin presencia de público.
Ni siquiera la estrategia de la organización, a cargo de FIBA/África, de realizar dos partidos en el tiempo libre, a las 19:30 y a las 23:00 horas, ha funcionado, a pesar del espectáculo que se viene dando en el escenario de juegos de la al estilo de la NBA, patrocinador del evento.
El Pabellón del Palacio de Deportes Hassan Moustafa está ubicado en la región denominada Seis de Octubre, Provincia de Giza, ciudad satélite que forma parte del área urbana de El Cairo.
Hay una distancia de 32 km fuera de la ciudad, Giza tiene una población que varía entre 185.000 habitantes en la ciudad y 500.000 habitantes en el área más amplia, por lo que no es por eso que el recinto deportivo no registra asistencia.
Calles sin publicidad de eventos
Un detalle importante es el hecho de que no hay publicidad del evento ni en la ciudad de El Cairo, ni en la zona del escenario de competencia y alrededores.
Es extraño que incluso en el Aeropuerto Internacional solo los miembros de la organización, el movimiento de atletas y periodistas sean prueba de que Egipto es el hogar de BAL.
En una incursión desde El Cairo al seis de octubre, sin publicidad. Las poblaciones revelan un total desconocimiento de lo que ocurre en este momento en su país en cuanto a las evidencias se refiere.
No es necesario ser un experto en marketing para ver que la ausencia de público en el Palacio de Deportes Hassan Moustafa es el resultado de la falta de esta importante herramienta de comunicación.
Así, sin publicidad estática y en movimiento, sin difusión masiva por parte de los medios de comunicación, el resultado no podía ser diferente.
En algunos casos, periodistas extranjeros explican a ciudadanos egipcios que su país alberga un campeonato continental de baloncesto, como ocurre en hoteles y centros comerciales.
El viernes se enfrentarán los dos mejores equipos de la competición, el anfitrión Zamalek y el Petro de Luanda, campeón y tercero en la edición anterior (Ruanda 2021).
Este encuentro es la última oportunidad de interacción entre el público y el espectáculo de los artistas del baloncesto, bajo el riesgo de que esta 2ª edición de la Liga Africana de Clubes sea considerada un fracaso en términos de asistencia.