Nueva York - El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF, en la sigla inglesa) alertó este martes que, sin más apoyos internacionales, Somalia puede enfrentar niveles de hambre "nunca vistos en medio siglo".
Según el UNICEF, solo en Agosto, 44 mil menores dieron entradas en instalaciones de salud en Somalia por desnutrición aguda grave.
Esto significa que “en cada minuto, un niño ingresa en un centro de salud para recibir tratamiento por desnutrición aguda severa”, dijo por videoconferencia el portavoz de Unicef, James Elder.
Sin embargo, el vocero agregó que muchos niños ni siquiera pueden llegar a los centros de salud debido a las condiciones inseguras del país y advirtió que, sin un mayor apoyo financiero de la comunidad internacional, el mundo "se enfrentará a muertes infantiles en una escala nunca antes vista en medio siglo".
“Los niños severamente desnutridos tienen hasta once veces más probabilidades de morir de diarrea y sarampión que los niños bien nutridos. Con tales tasas, Somalia está al borde de una tragedia de una magnitud no vista en décadas”, insistió.
Después de cuatro temporadas de lluvias perdidas desde fines de 2020 y con una quinta que se avecina en octubre, Somalia se hunde en una hambruna.
En todo el país, 7,8 millones de personas, casi la mitad de la población, se ven afectadas por la sequía, y 213.000 de ellas corren grave riesgo de hambruna, según la ONU.
El jefe de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) de la ONU, Martin Griffiths, dijo a principios de septiembre que sin una acción urgente, se declarará el estado de hambruna en las regiones del sur de Baidoa y Burhakaba entre octubre y diciembre.
Según Griffiths, la situación es peor que la última hambruna registrada en 2011, que mató a 260.000 personas, más de la mitad de las cuales eran niños menores de 5 años.
El portavoz de OCHA en Ginebra, Jens Laerke, anunció hoy que la ONU ha modificado su solicitud de fondos para Somalia y, tras los acontecimientos, la aumentó. La ONU pide ahora 2260 millones de dólares estadounidenses (2290 millones de euros), de los cuales el 80 por ciento se destinará al alivio de la sequía.
El plan de respuesta también cubre a más personas, pasando de 5,5 millones a principios de año a 7,6 millones.
Antes de la revisión, el llamamiento estaba financiado en un 72 por ciento, una tasa relativamente alta en comparación con otras crisis humanitarias, por lo que actualmente está financiado en un 45 por ciento, dijo Laerke.