El Presidente senegalés, Macky Sal, lanzó el martes, en Dakar, un programa de subsidios financieros para más de medio millón de familias pobres, para ayudarlas a lidiar con los efectos de la guerra en Ucrania y de la enfermedad de Covid-19.
Desde el inicio del conflicto ruso/ucraniano el 24 de Febrero, los precios del petróleo dispararon en los mercados mundiales, alimentando un fuerte aumento en los precios de los combustibles y alimentos en muchos países, incluyendo Senegal.
"Para aportar soluciones a la desfavorable situación económica, decidí apoyar la resiliencia de 542.956 familias que recibirán una transferencia financiera excepcional del Estado por valor de 43.400 millones de francos CFA [66 millones de euros]", anunció Macky Sall, durante una Ceremonia en el Grand Théâtre de Dakar.
"El objetivo es dar 80.000 francos cfa [121 euros] por familia y mejorar su nivel de consumo y la educación de sus hijos", añadió el presidente, que calificó la operación de "medida de emergencia excepcional".
El estado utilizará el sistema de pagos móviles para transferir el dinero, dijeron las autoridades.
Senegal, un país con más de 17 millones de habitantes y donde el salario mínimo es de 75 euros, figura entre los más pobres del mundo.
Los fondos utilizados para financiar esta operación provienen de un proyecto del Banco Mundial, con otros donantes como Alemania y el Reino Unido, dijo el Director de Operaciones del Banco Mundial para Senegal, Nathan Belete.
La economía de Senegal volvió el año pasado a su trayectoria de crecimiento anterior al covid-19, pero la guerra en Ucrania "condiciona el panorama económico", dijo el Fondo Monetario Internacional (FMI) en un comunicado publicado en marzo.
A la subida de los precios mundiales de los alimentos y de la energía provocada por la invasión rusa se suman "las consecuencias de la pandemia, la inseguridad regional y el aumento de las demandas sociales en la víspera de las elecciones parlamentarias de julio", dijo Edward Gemayel, quien dirigió entre el 09 y el 15 Marzo una delegación del FMI a Senegal.
"Todos estos elementos aumentan los riesgos de una desaceleración del crecimiento económico y es probable que resulten en un empeoramiento de las presiones inflacionarias y un aumento considerable del gasto público", agregó Gemayel.