Lilongüe - Centenas de ciudadanos de Ruanda, Burundi y la República Democrática del Congo (RDCongo), algunos con negocios ilegales, fueron detenidos en Lilongüe tras el rechazo a regresar a un campo de refugiados, informaron hoy las autoridades de Malawi.
El Departamento de Seguridad Interna informó que 408 refugiados y solicitantes de asilo, incluyendo niños, fueron detenidos en una operación policial llevada a cabo en la mañana de miércoles en varios barrios de la capital.
Las detenciones ocurren dos meses después que el Gobierno lanzara un ultimato para que los refugiados regresaran al campo abarrotado de Dzaleka, a unos 40 kilómetros de Lilongüe.
"El plazo había expirado", dijo el portavoz del ministerio, Patrick Botha, citado por la agencia France-Presse. "Habíamos indicado que, si estas personas no se trasladaban se llamaría a la policía para obligarle a hacerlo", añadió.
La mayoría de los refugiados y solicitantes de asilo en Malawi provienen de la RDCongo, país en conflicto, así como de Ruanda y Burundi.
Un representante de la comunidad burundesa en Lilongwe, Bantubino Leopold, dijo que estaba "sorprendido" con las redadas, ya que el Gobierno se había comprometido a proteger a los refugiados.
"Tenemos un acuerdo (...) que permite a los refugiados a gestionar sus propios negocios en el país, para que no dependan de limosnas", dijo Leopold, en un momento en que el Gobierno acusa a algunos de los detenidos de gestionaren negocios sin autorización.
Las detenciones constituyen una "violación flagrante del derecho internacional de los refugiados" y promueven "un ambiente de miedo e incertidumbre” para las personas afectadas, afirmó la Coligación de Defensores de los Derechos Humanos de Malawi.
Malawi acoge cerca de 70.000 refugiados y solicitantes de asilo, según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). La mayor parte viven en Dzaleka, un campo de refugiados creado en 1994 para acoger cerca de 12.000 refugiados, pero que cuenta con más de 56.000, según el ACNUR.