Washington - El Presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, firmó el viernes, 22, una orden ejecutiva que prorroga la emergencia nacional con relación a Malí por un año más.
La emergencia nacional declarada en Malí fue adoptada el 26 de julio de 2019 para "hacer frente a la insólita y extraordinaria amenaza a la seguridad nacional y la política exterior de Estados Unidos" en el país africano.
En este sentido, el presidente estadounidense trasladó al Congreso su intención de renovar por segunda vez la declaración de emergencia, dado que Malí se mantiene en la misma situación y sigue representando "una amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad nacional y la política exterior de los Estados Unidos".
Entre las razones está el hecho de que en el país africano se han producido "violaciones reiteradas de los acuerdos de alto el fuego", la actividad terrorista se ha extendido al sur y centro de Malí, y también se verifica la intensificación de los abusos contra las drogas y los seres humanos, los derechos humanos y toma de rehenes.
A todo esto se sumaron "otro golpe de Estado", "la presencia de mercenarios extranjeros amenazando la paz, la seguridad y la estabilidad", y la intensificación de los ataques contra civiles, las fuerzas de defensa y seguridad malienses, la Misión Multidimensional Integrada de Estabilización en Malí (MINUSMA) y presencias de seguridad internacional.
Malí sufre una gran inseguridad, principalmente en el centro y norte de su territorio, debido a la actividad de los grupos fundamentalistas islámicos, además de una fuerte inestabilidad política.
El país está gobernado por una junta militar, tras dos golpes encabezados por el coronel Assimi Goïta, actual presidente de la transición, en agosto de 2020 y mayo de 2021.