Kigali - El presidente de Ruanda (PR), Paul Kagame, se reunió este sábado con su homólogo de Benín, Patrice Talon, y prometió apoyo militar al país contra el avance del terrorismo por la frontera norte, desde Burkina Faso.
Las autoridades de Burkina Faso no logran contener una insurrección de extremistas islámicos que gana terreno, precisamente en las fronteras septentrionales de cuatro países costeros de África Occidental, Benín, Togo, Ghana y Costa de Marfil.
Benín ya había anunciado el año pasado que estaba en conversaciones sobre cooperación militar y logística con Ruanda, cuyas tropas ya han sido desplegadas por el presidente Kagame para combatir ataques en Mozambique y República Centroafricana.
“Estamos dispuestos a trabajar con Benín para evitar cualquier cosa que pueda ocurrir en la zona de sus fronteras”, ha dicho hoy el presidente ruandés, en Cotonou, en rueda de prensa con su homólogo Talon. "No habrá límites" sobre lo que "se hará en conjunto para abordar los desafíos de seguridad que se necesitan", garantizó.
“Iremos lo más lejos posible, si es necesario (…) Benín se enfrenta a la inseguridad que viene de Sahel y la amenaza es real en el Norte de Benín”, ha dicho el presidente de este país.
El Jefe de Estado de Benín dijo que esta cooperación incluiría "supervisión, entrenamiento, formación" y "despliegue conjunto" de tropas, sin más detalles.
La retirada del ejército francés de Malí, debido al aumento de las tensiones con la junta militar en el poder desde el golpe de Estado en ese país, y la inestabilidad en Burkina Faso llevaron a Occidente a redirigir su ayuda a los países costeros del Golfo de Guinea para evitar la propagación hacia el sur de los ataques terroristas que causan violencia y muerte en el Sahel.
Benín, Togo y Costa de Marfil ya han sufrido ataques en zonas fronterizas, de los que culparon a los “yihadistas”, mientras que Ghana ha aumentado recientemente su presencia militar en su frontera norte.