Ginebra - El riesgo de hambruna en África, especialmente en los países subsaharianos, es "mayor que nunca", advirtió el nuevo director general de la Organización Internacional del Trabajo, Gilbert Houngbo, quien renunció hoy (31) al cargo de presidente del Fondo Internacional para el Desarrollo Agrícola.
"Me temo que en los próximos años tendremos que ver mucha más actividad humanitaria en esta región para poder alimentar a su gente", dijo Houngbo en una conferencia de prensa para discutir los efectos de la guerra en Ucrania y otras crisis. en el mercado laboral actual.
Además del aumento de los precios de los alimentos y las dificultades con la Iniciativa de Granos del Mar Negro (un acuerdo de exportación suspendido la semana pasada por Rusia), el director general mencionó que también hay problemas con el acceso a los fertilizantes.
"La falta de acceso a fertilizantes reducirá las oportunidades de producción y empleo en países donde la agricultura representa hasta el 25% del PIB [Producto Interno Bruto]", dijo Houngbo, y agregó que las dificultades del sector primario en África "aumentarán las desigualdades" entre ricos y países pobres.
Houngbo también advirtió sobre las consecuencias que la crisis alimentaria podría traer para la seguridad de la región. En este sentido, mencionó que muchos grupos terroristas reclutan a sus miembros en zonas especialmente afectadas por el desempleo y la pobreza, como, por ejemplo, el Sahel.
Por otra parte, la actual crisis puede servir, según el director general de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), organismo de Naciones Unidas, y ex presidente del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), para reducir la dependencia de muchos países en las importaciones africanas y sólo uno o dos proveedores.
Houngbo, a quien sucedió el español Álvaro Lario como presidente del FIDA, puso como ejemplo a países como Sudán, que antes de la guerra importaban el 30% de sus cereales de Rusia y Ucrania, tradicionales graneros mundiales.