Nueva York - Naciones Unidas denunció este sábado que, en un solo día, tres decenas de niñas fueron sometidas a la práctica de la mutilación genital en el estado de Jubaland, en el sur de Somalia.
Las mutilaciones tuvieron lugar en la localidad de Kismayu, dice la organización, sin dar más detalles.
La condena -recuerda Europa Press- se produce después de que la Fundación Ifrah, que lucha por erradicar la mutilación genital femenina en Somalia, donde opera desde 2013, y en el Cuerno de África, denunciara, este miércoles, que al menos 29 niñas habían sido mutiladas en el campo de desplazados internos ubicado a 25 kilómetros de Kismayu.
“Todas las víctimas son demasiado jóvenes para dar su consentimiento” a una práctica que “les provocó una hemorragua severa”, lamentó el representante del Fondo de Población de las Naciones Unidas en Somalia, Niyi Ojuolape.
"Condenando enérgicamente lo ocurrido", el organismo advierte que la sequía y la crisis humanitaria en Somalia aumentan "el riesgo para las niñas somalíes como consecuencia de esta práctica", que prevalece en prácticamente todo el país.
Niyi Ojuolape pidió al gobierno somalí que "tome todas las medidas necesarias para garantizar que los responsables de este incidente asuman la responsabilidad de disuadir a otros y proteger los derechos de las mujeres y las niñas".
La mutilación genital femenina -que consiste en la extirpación total o parcial de partes genitales, con graves consecuencias físicas, psíquicas y sexuales, y que puede causar incluso la muerte- sigue siendo una práctica común en una treintena de países, principalmente de África, y se estima que pone en riesgo a tres millones de niñas y jóvenes cada año y que alrededor de 200 millones de mujeres y niñas ya han sido sometidas a la práctica.
Somalia es uno de los aproximadamente 30 países a nivel mundial que aún mantienen la práctica de la MGF, con una alta tasa de prevalencia y la ausencia de una ley que prohíba una práctica arraigada ancestralmente en las comunidades.