Ouadadougou - El jefe de la Junta Militar en el poder en Burkina-Faso, teniente coronel Paul-Henri Sandaogo Damiba, recibió hoy a Roch Marc Christian Kaboré, el ex-presidente derrocado por él en el golpe de Estado de Enero, para "aliviar la tensión política", anunció la Presidencia.
De acuerdo con imágenes suministradas por la Presidencia, los dos hombres apretaron la mano uno al otro y la reunión se desarrolló en un ambiente visíblelmente descontraido.
Kaboré estuvo acompañado por otro ex jefe de Estado, Jean-Baptiste Ouédraogo (noviembre de 1982 - agosto de 1983), durante la audiencia celebrada en el Palacio Presidencial de Uagadugú.
Los tres "discutieron temas de seguridad, la conducción de la transición y muchos otros asuntos de interés nacional", según la nota de prensa, que destaca que es el "inicio de una serie de acciones para distender la situación política".
El encuentro “es testigo del deseo de reconciliación del jefe de Estado, por una Burkina Faso unida, decidida y solidaria en la lucha contra la hidra terrorista” y “traduce la materialización del llamado a la unidad nacional y la cohesión social”, prosigue el texto. .
Acusado de no contener la violencia islámica extremista que ha socavado Burkina-Faso desde 2015, Roch Marc Christian Kaboré fue derrocado a fines de enero por una junta militar encabezada por Paul-Henri Sandaogo Damiba, ahora presidente de transición.
Pero la situación de seguridad en Burkina-Faso no ha mejorado, el país sigue siendo un objetivo recurrente de ataques de organizaciones extremistas islámicas vinculadas a Al-Qaeda o al grupo fundamentalista Estado Islámico.
La última, el 11 de junio, contra la ciudad de Seytenga (norte), mató a 86 civiles y es considerada una de las peores masacres en la historia del país.
Detenido por primera vez en una casa en Ouaga 2000, un barrio de clase alta de Uagadugú, después del golpe de estado, a Kaboré se le permitió regresar a su residencia privada en la capital a principios de abril, pero no goza de total libertad de movimiento. según sus seguidores.
Esta es su primera aparición pública desde abril, cuando sus partidarios, la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (ECOWAS), la ONU y la Unión Africana, exigieron repetidamente su liberación.