Johannesburgo - Las inundaciones registradas desde el lunes, em la provincia sudafricana de KwaZulu-Natal (en el este del país) ya causaron 340 víctimas mortales, y se prevé que el número aumente, mientras prosiguen los trabajos de los equipos de emergencia.
Este jueves, las lluvias dieron una tregua a la región, pero deben recomenzar el viernes. Por eso, los equipos de emergencia y socorro trabajan para dar abrigo a millares de personas afectadas, procurar decenas de desaparecidos y prevenir más daños en las infraestructuras y habitaciones afectadas.
"Nuestros pensamientos están con la gente de KwaZulu-Natal, afectada por las graves inundaciones, que ya provocaron la pérdida de muchas vidas y destruyeron viviendas, negocios e infraestructura pública", dijo el presidente del país en un comunicado emitido este jueves.
Cyril Ramaphosa visitó el miércoles las áreas afectadas con las autoridades locales.
En esa visita, el Presidente calificó la situación como un “desastre de enormes proporciones” y la vinculó directamente al cambio climático.
Por ello, el gobierno sudafricano declaró, en la noche de este miércoles, estado de calamidad en KwaZulu-Natal, lo que permitirá a la región acceder a recursos estatales especiales para hacer frente a los daños.
La última cifra de víctimas mortales, confirmada esta tarde en rueda de prensa virtual por el jefe de Gobierno provincial, Sihle Zikalala, asciende a 340, pero no se descarta la posibilidad de que esta cifra aumente, dado que aún siguen desaparecidas muchas personas.
“El momento y la gravedad del desastre de las inundaciones indican claramente que estamos viviendo tiempos de desequilibrio ecológico, cambio climático y degradación ambiental”, reflexionó este funcionario, tras admitir que son tiempos de “desastre sin precedentes” para la región. Zikalala también estimó que los daños materiales, que aún no han sido cuantificados, serán pérdidas millonarias.
En lugares como el vecindario de Reservoir Hills, los residentes que perdieron todo en estas inundaciones dicen que las autoridades los están ignorando y han protagonizado protestas hoy que tuvieron que ser dispersadas por la policía.
El puerto de Durban -la zona de transporte marítimo de carga más importante de todo el continente africano- tuvo que suspender este miércoles sus operaciones y las vías férreas de la zona también sufrieron importantes daños. Grandes fábricas, como la planta de ensamblaje que Toyota tiene en Durban, también se inundaron por completo y tuvieron que cerrar.
Se desplegaron contingentes policiales para hacer frente a los intentos de saqueo en algunas partes de la provincia y el ejército tiene tropas sobre el terreno para apoyar las labores de rescate. Tras este desastre natural, varios líderes del continente africano expresaron su solidaridad con Sudáfrica y enviaron mensajes de condolencia.
“Mis pensamientos están con Cyril Ramaphosa y sus camaradas sudafricanos, que se han visto afectados por las fuertes lluvias e inundaciones de los últimos días. Etiopía se solidariza en este momento difícil”, publicó hoy el primer ministro etíope, Abiy Ahmed, en su cuenta de Twitter.
KwaZulu-Natal ha visto un aumento en este tipo de desastres meteorológicos en los últimos años. La más grave ocurrió en 2019, cuando lluvias torrenciales e inundaciones dejaron alrededor de 80 muertos, precisamente en esta época del año.