Ginebra - Varias decenas de países exigieron hoy una sesión especial del Consejo de Derechos Humanos de la ONU dedicada a Sudán, donde la represión ejercida por los militares que tomaron el poder ha matado a varios opositores al golpe.
La carta dirigida al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, firmada por 49 países (18 de los cuales son miembros del Consejo), pide al Consejo que examine "las implicaciones de la situación en la República de Sudán para los derechos humanos", el Agence France-Presse (AFP).
"Las acciones de los militares sudanés son una traición a la revolución, la transición y el pueblo sudanés", acusó, en la red social Twitter, el embajador británico en Ginebra, Simon Manley, quien transmitió la solicitud realizada por los 48 países.
El país ha sido escenario de varias manifestaciones, reuniendo a miles de personas para desafiar el golpe militar liderado por el general Abdel Fattah al-Burhane, que ya se ha saldado con la muerte de 12 manifestantes muertos y casi 300 heridos, según un informe sindical de médicos profesionales.
El golpe siguió a las críticas cruzadas entre el ejército y los partidos políticos, cuya convivencia en el proceso de transición fue tensa desde el inicio, y aumentó la tensión luego de un presunto intento de golpe hace un mes, que el gobierno atribuyó a "remanentes" del régimen de al-Bashir. "dentro y fuera de las fuerzas armadas", algo que enfureció a los militares.
La comunidad internacional condenó casi unánimemente el golpe del general Burhane, exigiendo el regreso al poder de las autoridades civiles, incluido el primer ministro Abdallah Hamdok y la mayoría de sus ministros y otros oficiales y civiles encarcelados por el ejército.
El presidente estadounidense, Joe Biden, calificó el golpe de "doloroso revés" para las aspiraciones democráticas del pueblo sudanés, mientras que la Unión Africana expulsó a Jartum de la organización.
El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, instó a las fuerzas militares de Sudán a actuar "con moderación" y a tratar a los manifestantes con respeto.
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, pidió "moderación" durante las protestas y, en un post en la red social Twitter, defendió que era "el momento de volver a los legítimos acuerdos constitucionales".
Washington y el Banco Mundial también suspendieron la financiación, que es fundamental para el país.
Las protestas del sábado fueron, hasta ahora, las más intensas desde el golpe militar.
Las fuerzas de seguridad han matado a tres manifestantes en Omdurman durante las protestas, elevando el recuento a al menos 12 muertos y más de 280 heridos desde el lunes, según el Comité de Médicos de Sudán.
Sin embargo, la policía sudanesa dijo que sus fuerzas no utilizaron munición real contra los manifestantes el sábado.