Nueva York - Las Naciones Unidas estimaron hoy que hasta 18 millones de personas en la región africana de Sahel, afectada por la sequía, van a enfrentar grave inseguridad alimenticia durante los próximos tres meses.
Un portavoz del Programa Alimentario Mundial (PAM), Tomson Phiri, dijo durante una conferencia de prensa en Ginebra (Suiça) que la organización enfrentaba una "grave escasez de fondos" para ayudar estas personas.
“Las necesidades son muy altas, pero los recursos son escasos”, dijo, indicando que la situación ha obligado al organismo a reducir las raciones de ayuda alimentaria que distribuye en algunos países de la región.
En Chad, por ejemplo, los bajos niveles de financiación obligaron al PMA a reducir a la mitad las raciones de emergencia para las personas desplazadas y refugiadas desde junio de 2021.
Si los donantes no proporcionan más fondos, el PMA también tendrá que suspender su asistencia en efectivo a principios de julio en algunas partes del país.
Según proyecciones de la Oficina de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (OCAH), hasta 18 millones de personas en la región del Sahel se enfrentarán a una grave inseguridad alimentaria durante los próximos tres meses, "la cifra más alta desde 2014".
Esta situación es el resultado de una combinación de factores, según la ONU, que cita el conflicto, la pandemia de Covid-19, la sequía y el aumento de los precios de los alimentos.
"En el Sahel, se espera que 7,7 millones de niños menores de cinco años estén desnutridos. Alrededor de 1,8 millones están gravemente desnutridos y, si no se intensifican las operaciones de socorro, esta cifra podría aumentar a 2,4 millones a finales de año". dijo un portavoz de OCHA, Jens Laerke.
"La situación alcanzó niveles alarmantes en Burkina Faso, Chad, Malí y Níger, donde la gente experimentará niveles de emergencia de inseguridad alimentaria durante la temporada de carestía entre junio y agosto", añadió.
La "temporada de escasez" es el período en el que se consumen las cosechas del año anterior mientras que las cosechas del año en curso aún no se han cosechado.
La ONU desbloqueó 30 millones de dólares (28,3 millones de euros) de su Fondo Central de Respuesta a Emergencias (CERF) para los cuatro países, incluidos 6 millones de dólares (5,6 millones de euros) para Burkina Faso y 8 millones de dólares (7,5 millones de euros) cada uno para Chad, Malí y Níger.