Praia - El primer ministro caboverdiano, Ulisses Correia e Silva, declaró hoy, día 20, situación de emergencia social y económica en el país debido a los impactos de la guerra en Ucrania, anunciando más medidas de mitigación, con un costo total de más de 80 millones de euros.
“La situación es de emergencia económica, social y humanitaria en varios países del mundo, particularmente en los países menos adelantados. En Cabo Verde sentimos los fuertes impactos en la inflación, en el deterioro del poder adquisitivo de las familias, en la seguridad alimentaria y sobre las perspectivas de crecimiento económico.
Estas son las razones para declarar una situación de emergencia social y económica en Cabo Verde, derivada de los impactos de la guerra en Ucrania", anunció Ulisses Correia e Silva, en un comunicado al país.
El jefe de Gobierno ha señalado que el coste total de la aplicación de las medidas para paliar los efectos de la crisis alimentaria y energética es de 8.900 millones de escudos (80,7 millones de euros) hasta finales de este año.
El país aún atraviesa una profunda crisis económica, luego de una recesión de casi el 15 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) en 2020, dada la ausencia del turismo provocada por la pandemia del covid-19, sector que garantiza el 25 por ciento del PIB y empleo.
El Gobierno caboverdiano admite que la economía puede haber crecido entre un 6,5 y un 7,5 por ciento en 2021, impulsada por la reanudación de la demanda turística, y prevé un crecimiento del 6 por ciento en 2022, que fue revisado al 4 por ciento, por las consecuencias económicas de la guerra en Ucrania.
La semana pasada, el Banco de Cabo Verde (BCV) anunció la revisión a la baja y moderación del crecimiento económico para 2022 en el rango del 3,5 por ciento al 4,5 por ciento, justificado por el conflicto en Ucrania y la tensión geopolítica.