Johannesburgo - El presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, declaró este lunes estado de calamidad nacional tras las catastróficas inundaciones que azotaron el sureste del país, causando más de 440 muertos y 40 mil desplazados.
En una comunicación al país anoche, el Jefe de Estado sudafricano calificó de “desastre humanitario” lo ocurrido en la provincia de KwaZulu-Natal, vecina a Mozambique, donde al menos 443 personas perdieron la vida.
“Este desastre humanitario exige un esfuerzo de socorro urgente y masivo. La vida, la salud y el bienestar de miles de personas siguen en riesgo. Las inundaciones han causado grandes daños sociales y económicos”, lamentó el Presidente.
Cyril Ramaphosa explicó que, aunque el Gobierno ya había declarado la semana pasada el estado de catástrofe a nivel provincial en la zona afectada, la región de KwaZulu-Natal, dada la "extensión" y el "impacto" de estas inundaciones, requiere medidas adicionales.
Declarar el estado de desastre a nivel nacional permitirá al Estado acceder a recursos públicos adicionales para paliar los daños.
El presidente también mencionó que hay al menos una víctima por registrar en el Cabo Oriental como resultado de las violentas tormentas, "donde se destruyeron carreteras, puentes y casas, particularmente en el área de Port Saint Johns".
Unas 4.000 casas quedaron completamente destruidas, más de 8.300 parcialmente dañadas en KwaZulu-Natal, con unas 40.000 personas desplazadas en la provincia de la costa este del país, dijo.
Aún hay vidas en peligro "Las inundaciones causaron grandes daños en viviendas, comercios, carreteras, puentes e infraestructuras de agua, electricidad, ferrocarriles y telecomunicaciones", subrayó el presidente sudafricano, y añadió que las violentas inundaciones "cortaron los canales de suministro de combustible y alimentos a la costa" del país".
Ramaphosa, que visitó las zonas más afectadas alrededor de la ciudad de Durban (ahora eThkwini) la semana pasada, señaló que el puerto de Durban, el más activo del continente, "se vio gravemente afectado, con acceso por carretera restringido".
Según el jefe de Estado sudafricano, la Fuerza Aérea Sudafricana, junto con una fuerza multidisciplinaria de 10.000 agentes del ejército sudafricano, ha llevado a cabo más de 247 operaciones de rescate en KZN hasta la fecha.
El presidente Ramaphosa anunció la disponibilidad inmediata de mil millones de rands (62 millones de euros) para ayudar a las víctimas de las inundaciones, y agregó que el gobierno también creó una cuenta bancaria como parte del Fondo de Solidaridad para que "los sudafricanos y los donantes internacionales puedan ayudar a los más afectados".
Supervisión de la ayuda humanitaria “Uno de los desafíos más urgentes en las zonas afectadas es garantizar el abastecimiento de agua potable, alimentación y vivienda”, consideró el Presidente de la República.
"Hará falta un esfuerzo monumental para recuperarse de este desastre", subrayó Ramaphosa, al considerar que la calamidad que ha sacudido al país en los últimos días tiene "implicaciones más allá de KwaZulu-Natal".
El jefe de Estado sudafricano también anunció que pedirá al Parlamento que inspeccione toda la ayuda humanitaria.
"No puede haber lugar para la corrupción", subrayó Ramaphosa. “Esta noche somos una nación unida en nuestro dolor.
Somos una nación unida en nuestra determinación de ayudar a aquellos que han perdido sus hogares y posesiones, aquellos que necesitan desesperadamente comida, agua y refugio”, enfatizó.
Las autoridades de KwaZulu-Natal aseguran que estas inundaciones están "entre los peores desastres que ha azotado a la provincia" en los últimos tiempos y estiman que los daños, aún no cuantificados, son millonarios.